Franco y los conservadores españoles (en adelante, la mitad-franquista) derrotaron a socialistas, comunistas y anarquistas españoles en 1939 (en adelante, la mitad-comunista). Y Franco se cargó a los comunistas que pudo, mandó al exilio al resto y no dejó que ningún comunista, socialista o anarquista participara en la política. Ni siquiera que encontrara trabajo al salir de la cárcel.
A la muerte de Franco, todos los españoles, la mitad 'franquista' y la mitad 'comunista' (más el doble de esas dos mitades que, al parecer, eran todos de la "tercera España") decidimos "pasar página". Y eso supuso que no se iban a juzgar las conductas 'franquistas' ni las delictivas de los que lucharon - pocos - contra Franco. Se proclamó una amnistía que amparó incluso a asesinos y secuestradores. Se permitió a franquistas y antifranquistas participar con plenitud de derechos en la política. Y se prohibió hablar bien de Franco. Pero no se prohibió hablar bien de los comunistas, socialistas y anarquistas que habían cometido delitos horrendos en la 'previa' de la Guerra Civil y durante ésta.
Aquí empezó a fraguarse el fracaso de la transición. La mitad franquista del país decidió hacer esa y otras muchas concesiones simbólicas a la mitad comunista y al-doble-de-esas-dos-mitades-de-la-tercera-españa para tener la fiesta en paz porque también la mitad comunista etc quería tener la fiesta en paz. Y, como siempre en la Historia de España, los nacionalistas catalanes y vascos se presentaron en medio de la fiesta con la clara intención de destrozarla. Así que la mitad franquista de España hizo otro montón de concesiones a los nacionalistas catalanes y, especialmente, a los nacionalistas vascos. Porque no parecía que los nacionalistas catalanes fueran especialmente asesinos y los nacionalistas vascos tenían una clara tendencia al asesinato y al secuestro. Tengamos la fiesta en paz, dijeron los de la mitad franquista. Tengamos la fiesta en paz, repitieron los de la mitad-comunista con el apoyo de los de más-del-doble-de-esas-dos-mitades-de-la-tercera-españa.
Los nacionalistas vascos recogieron y se metieron al saco todas las concesiones; no dieron ni las gracias (ni siquiera pidieron el voto a favor de la Constitución) y siguieron insultando a la mitad-franquista y a la mitad-comunista y a los de más-del-doble-de-esas-dos-mitades-de-la-tercera-españa; empezaron a matar españoles al ritmo de uno cada 60 horas, a unos por ser de la mitad-franquista, a otros por ser de la mitad-comunista y a otros por ser, simplemente, españoles. Asesinatos que incitaron a los militares franquistas a dar un golpe de estado.
Los nacionalistas vascos que no apretaban el gatillo pero eran familia de los nacionalistas asesinos decían que esos asesinatos eran un fenómeno causado por el calentamiento o 'conflicto' no por las pistolas disparadas por sus 'gudaris'. Había algunos curas pederastas pero había muchos más curas que entendían y protegían a los asesinos nacionalistas. La Iglesia vasca, nacionalista ella, no ha pedido perdón (bueno, sí, pero como el de Ochandiano). A los asesinos nacionalistas y a sus parientes y amigos, el 'conflicto' no les impedía gobernar los ayuntamientos, las diputaciones y participar en el parlamento vasco defendiendo lo mismo que los asesinos y secuestradores y gastarse en sus asesinos y familiares el dinero que robaban legalmente (no el de las extorsiones) a la mitad franquista de los españoles, la mitad comunista y a los de más-del-doble-de-esas-dos-mitades-de-la-tercera-españa. 4000 millones por año en los últimos años, repartidos entre los nacionalistas vascos y sacados de las costillas de la mitad franquista etc. Pero Pradales (Segovia), dice que no se siente español aunque está muy dispuesto a que sigamos enviando camiones llenos de dinero para pagar a los de Bilbao las pensiones más altas de España. Porque la mitad-franquista etc se las debe.
Dice una - politóloga con habilidades de redacción limitadas - Eva Silván a El Confidencial que "La sociedad vasca quiere pasar página". Pero desde el sur de Pancorbo, hay algunas dificultades para aceptar tal cosa
a) la mitad-de-los-vascos-que-apoyaban-a-ETA y la otra mitad-de-los-vascos-que-no-iban-a-los-funerales-de-los-guardias-civiles y acusaban continuamente "al Estado" de privar de sus derechos a los nacionalistas vascos no han pasado ni un minuto en el "rincón de pensar".
b) La "sociedad vasca" no ha hecho examen de conciencia, ni ha mostrado dolor de los pecados, ni propósito de enmienda.
c) No ha pedido perdón.
d) Discrimina a los no nacionalistas cada día.
e) Y cuando a un nacionalista español (Vox) se le ocurre presentarse a las elecciones y sacar un mísero escaño en el Parlamento Vasco, toda la 'sociedad-vasca' (excepto el PP) le hace un "cordón sanitario", no vaya a ser que se les contagie la lepra española. Un cordón sanitario que la "sociedad vasca" nunca hizo a los asesinos de ETA. Más bien se lo hizo a las víctimas de ETA (vean el lenguaje jesuítico en sentido estricto de la muy católica Universidad de Deusto sobre el comportamiento de la 'sociedad vasca' con las víctimas de ETA): 100.000 vascos tuvieron que exiliarse (o muchos más según otras fuentes). Una proporción mayor que la de los que tuvieron que exiliarse en 1939 (medio millón en toda España). Y la 'sociedad vasca' no ha pedido perdón tampoco por eso.
Que la 'sociedad-vasca' quiere pasar página significa que quiere que los españoles todos hagamos como si la sociedad-vasca no tuviera responsabilidad alguna en los sufrimientos que hemos padecido los españoles en estos cuarenta años. Ellos pueden disponer de su propio sufrimiento, pero no del nuestro. No pueden pretender que nos olvidemos de la cobardía, indecencia y, en general, totalitarismo de su sentimiento identitario. Solo podríamos pasar página de los sufrimientos que nos ha causado el terrorismo nacionalista y el nacionalismo vasco, en general si la sociedad vasca pide perdón y los vascos se prohíben votar a los herederos de los etarras. Si los vascos quieren que los españoles les dejemos pasar página del terrorismo y del daño que nos ha causado su nacionalismo, tienen que hacer propósito de enmienda de su pecado nacionalista, el que les ha llevado al asesinato y a la discriminación y no votar nunca más a nacionalistas para que les gobiernen.
Como no está en nuestra mano impedir que los alaveses, guipuzcoanos y vizcaínos voten a Bildu o al PNV, esto no puede ser más que expresión de un deseo.
Lo que sí está en nuestra mano, en la de la mitad-franquista, la mitad-comunista etc es, entretanto, no perdonar a la sociedad-vasca y, en cuanto podamos, vengarnos. La venganza es fácil porque los nacionalistas han conseguido deshacer cualesquiera lazos sentimentales que pudiéramos tener con los vascos. El 80 % de los vascos votan a partidos que no quieren que el País Vasco forme parte en condiciones de igualdad, de España. ¿Por qué habríamos de sentir nada los españoles por los habitantes del País Vasco? No creo que nadie en Madrid saliera a la calle hoy a gritar "Vascos sí, Bildu, no" Y uno se siente más cercano ahora a los ucranianos y, en general, a los italianos o a los portugueses que a los paisanos de las provincias vascongadas.
De modo que, una vez que los vascos nos demuestren con su voto, por enésima vez, que no quieren saber nada de nuestro bienestar, ha llegado la hora de comunicarles que el sentimiento es mutuo. Y la venganza tiene que consistir, simplemente, en incluir en el cálculo del cupo el déficit de las pensiones vascas: 4000 millones de euros al año. Y hacerles un descuento inversamente proporcional a los votos que saquen los partidos nacionalistas. Prefiero que mi dinero se destine a comprar misiles para lanzarlos sobre el Kremlin a que se destine a pagar pensiones a los votantes de Bildu o el PNV en Bilbao.
2 comentarios:
Aplauso
Como vasca española me identifico contigo. Hay una parte, mucho mayor de la que podía imaginar, del pueblo vasco que ha llegado a un punto de degradación moral y de cobardía inaudita. ¿Cómo se puede votar a unos asesinos? …
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