miércoles, 3 de julio de 2024

La conjura contra España (LXXVII): las bobadas de Guijarro, feminista 2.0



María Guijarro es diputada del PSE (ya saben, ese partido nacionalista vasco que cree que está bien pactar con los asesinos de sus compañeros pero que no se puede pactar con el PP). Ha sido ponente de la ley de paridad

No tiene ni idea de por qué, tras cincuenta años de igualdad jurídica y libertad individual, las mujeres copan la práctica totalidad de las plazas en las facultades de Medicina, en la Escuela Judicial, en Odontología o en Psicología. Tampoco tiene ni idea Guijarro de por qué ... el 80 % de los que estudian STEM son hombres. No lo sabe. Ni quiere averiguarlo.

Pero claro, si no entiende por qué hay tantas mujeres médicos o farmacéuticas y tan pocas mujeres informáticas, ¿cómo va a poder explicar por qué hay tan pocas - no tan pocas, ya casi se acercan al 40 % sin ninguna medida coercitiva - mujeres en los Consejos de Administración de las grandes empresas o por qué, tradicionalmente, las listas electorales incluían más hombres que mujeres?

No lo sabe, pero 'quiere' que la razón sea la tradicional exclusión de la mujer de la vida pública desde, por lo menos, el Neolítico. Una ideología - el patriarcado - ha utilizado una "herramienta" ("la invisibilidad histórica... y... la división del trabajo") "para mantener la desigualdad"... "también en los espacios de poder". Observen que la señora Guijarro dice que la invisibilidad histórica en el ámbito del poder político es lo que ha provocado la invisibilidad histórica de las mujeres "en los espacios de poder". ¿Qué grado universitario ha cursado María Guijarro para explicarse tan mal? En efecto, un grado Mickey Mouse

Pero no solo es que no sabe redactar. Es que no sabe pensar. 

Cree que la explicación del hecho de la presencia minoritaria de las mujeres en los consejos de administración no puede ser que no se encuentre "a mujeres lo suficientemente válidas" (vean el pésimo castellano que utilizan en las provincias vascongadas), siendo así que las mujeres son casi dos tercios de los alumnos universitarios y prácticamente la mitad de la fuerza laboral. O sea que tiene que haber mujeres idóneas para formar parte de un consejo de administración al menos en proporción semejante a hombres.

Guijarro cree que si hay mujeres "válidas" (tiene que haberlas) pero no se nombra a mujeres en la misma medida que hombres es por el machismo. No ha pensado que, quizá, los hombres están dispuestos a sacrificar  mucho más que las mujeres por conseguir un puesto en un consejo de administración. Que a un hombre promedio no hay que ofrecerle un cargo como el de consejero, alcalde, presidente de una comunidad autónoma etc. Se ofrece él para ocuparlo y es capaz de mucho para obtener el nombramiento. Quizá a la mujer promedio, esa competencia atroz que acompaña a esos nombramientos (está muy bien pagado ser consejero de Iberdrola) le disguste de tal forma que prefiera mantenerse al margen, sobre todo si va a ser la única mujer en el órgano colegiado. O sea, que, quizá, la psicología masculina y la femenina son diferentes y las preferencias, también.

De esto no dice nada. Guijarro "quiere creer" que la culpa de que a ella y a gente como ella no la hayan nombrado consejera de Iberdrola y no le paguen 700.000 euros al año es de los sesgos machistas y del carácter poco transparente de "algunos criterios de promoción interna". Son "los hombres machistas" los que no quieren tener hembras a su lado para que las mujeres "no cuestionen" "sus esquemas mentales". ¡Cuánta Ciencia aprendió Guijarro en la Facultad de Ciencias de la Información! Son los varones machistas los culpables: estos machistas se reúnen en txokos - ella es vasca - donde no se permite el acceso a las mujeres, ("sobremesas eminentemente masculinas donde se deciden tantas cosas, algunos hombres se sienten más libres sin la presencia de mujeres") ¿Van pillando el nivel intelectual de la ponente de la Ley de Paridad? 

Luego, ya, su sintaxis vascuence: imponer a las empresas que sus directivos y consejeros sean, mitad hombres, mitad mujeres, "es un mínimo básico democrático del que partir". Y de ahí, claro, al infinito: ¿el 100 % mujeres? No. Las cuotas son el instrumento para resolver un problema causado "por esa cultura machista de promoción".

Observen cómo Guijarro empezaba preguntándose por las causas de la reducida presencia de mujeres en los consejos de administración para acabar dando por supuesto que la causa es el machismo de los señoros con puro y barriga - le ha faltado añadir chapela y bufanda del Atlético de Bilbao - . En cada párrafo repetirá "machismo", "dirigentes machistas" que no quieren ceder "sus privilegios masculinos".

Guijarro no sabe lo que es la meritocracia. Lo demuestra cuando dice que "la meritocracia sin paridad no es posible". Paridad significa, en su neolengua, reservar puestos a mujeres. Evidentemente, reservar puestos a un sexo es una limitación a la meritocracia ya que ésta significa, precisamente, que las características del individuo - incluido el sexo - no se tienen en cuenta para asignarle el puesto. Sólo los "méritos" y, naturalmente, el sexo femenino o masculino no es un mérito (bueno, no 'era' un mérito en el Derecho español hasta que llegó el gobierno más progresista de la Historia y convirtió ser mujer en un mérito, por ejemplo, en la carrera universitaria).

Por otro lado, Guijarro dice que "los méritos... siempre se exige (sic) a las mujeres y no siempre a los hombres".  Es falso.  Tengo un ejemplo que refuta esta afirmación. Ella ha llegado a diputada nacional y a ponente de la Ley de Paridad sin méritos para ello. Pero podría citar decenas de mujeres que ocupan cargos para los que carecen de los méritos requeridos. Empezando por Valerio, siguiendo por Calvo y acabando en las cinco magistradas del Tribunal Constitucional. 

Es lo que tiene hablar de categorías en lugar de individuos. Seguro que Guijarro es de las que sostienen que a las mujeres las matan por ser mujeres porque no se ahorra ninguna bobada de las que sueltan las feministas 2.0 (de ambos sexos) a diario: 

1º "No hay democracia si tiene a la mitad de su población fuera del campo de juego... Ninguna sociedad puede renunciar a la mitad de su potencial". Observen que, proveniente de la sociedad más retrógrada de España - la vasca -, Guijarro usa un símil bastante machista como es el futbolístico para redondear la bobada (luego dirá que las mujeres quieren "jugar de titulares y no solo en el banquillo"), que se contradice con que, unas pocas líneas más arriba ha dicho que la mujer española está plenamente integrada en todos los ámbitos de la vida social y económica. La ley de paridad está hecha para las 'reinas' como ella. La inmensa mayoría de las mujeres españolas no se plantean ser consejeras de Iberdrola. Como la inmensa mayoría de los hombres españoles. 

2. "Porque las mujeres somos más de la mitad de la población, así que la mitad del poder político y económico tiene que ser de las mujeres. Porque somos la mitad... queremos la mitad de todo" ¿Ven por qué no hay que estudiar carreras Mickey Mouse? Guijarro confunde todo el rato a los individuos mujeres con el grupo social "mujeres". Ya tienen casi el 60 % de los puestos de funcionario público y casi 2/3  de los puestos universitarios ¿no somos los hombres también la mitad y no deberíamos tener la mitad de los puestos en las facultades de medicina o en la función pública? 

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