Por Fernando Alfaro Águila-Real
- El primer paso es definir el mapa del talento de los empleados de una organización.
- El segundo es averiguar en qué es única la organización.
- El tercero es examinar en qué áreas de conocimiento mis competidores son flojos.
- El cuarto es ilusionar al equipo sobre aquello en lo que podemos ser ganadores.
- El quinto, tener siempre presente que innovar es tener ideas originales que creen valor de forma sostenible.
- El sexto es no olvidar nunca que aprender antes que los demás es la única ventaja duradera.
- El séptimo es aceptar los fracasos que pueda soportar y convertirlos en nuevo conocimiento.
- El octavo es que las metodologías brillantes sin capital intelectual solo hacen ricos a los consultores.
- El noveno es que hay que querer al diferente.
- El décimo es que las personas innovan, las empresas producen y los gobiernos reparten la riqueza, por lo que los equipos de gente brillante y que aman la diversidad nos hacen ricos a todos.
Estas reglas se cierran en una: el capital intelectual es el activo crítico y la base de todo lo demás. Lo demás, está de mas. Este decálogo es el que empleó Steve Jobs en Pixar, la empresa que le hizo rico, en el mas extenso sentido de la palabra.