El gráfico es The Atlantic (vía Steve Stewart-Williams @SteveStuWill) y en el se refleja muy bien la composición del conjunto de alumnos de altas capacidades antes y después de hacer un examen de inteligencia universal, esto es, a todos los alumnos de una cohorte de edad de un distrito escolar determinado. Obsérvese cómo aumenta el número de negros, hispanos y cómo se mantiene el de chicas pero disminuye el de niños blancos (el derecho de las mujeres a ser tan mediocres como los varones :)) Cabe barruntar que, en España, la única diferencia reseñable – no hay minorías salvo los inmigrantes – es la económica, los resultados serían todavía mejores para la equidad.
Una preocupación tradicional en relación con los programas educativos dirigidos específicamente a superdotados en los Estados Unidos es la subrepresentación de minorías y grupos económicamente desfavorecidos. Una explicación para esta brecha es que los procesos que se siguen habitualmente para identificar a alumnos de altas capacidades se basan principalmente en las referencias que hacen a ellos sus padres o sus profesores, lo que deja sin <<identificar>> a muchos alumnos que podrían participar en estos programas. En consecuencia, resulta que aplicando un programa de identificación universal (que abarca a la totalidad de los alumnos de un distrito escolar) condujo a un aumento significativo en el número de estudiantes pobres y miembros de grupos minoritarios que cumplían con los estándares de IQ para ser considerados como de altas capacidades, lo que lleva a pensar que la insuficiente representación de los niños pobres y pertenecientes a grupos minoritarios en estos programas para alumnos con altas capacidades puede deberse a la insuficiente identificación
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