martes, 3 de julio de 2018

Son los que viven en Galapagar y no los que viven en las Tresmil viviendas los más ofendidos por la desigualdad y los que más demandan redistribución

israel arroyo

Israel Arroyo

La desigualdad plantea uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Evidentemente, no se autocorrige en el sentido de que los ciudadanos exigen más medidas redistributivas a la luz de la creciente desigualdad. Estudios recientes sugieren que esto podría deberse a la divergencia entre la desigualdad percibida y los niveles objetivos de desigualdad. Además, no son éstos niveles sino la desigualdad percibida la que explica las preferencias de los individuos respecto del nivel de redistribución deseado.

En los estudios disponibles sobre la percepción de la desigualdad hay dos lagunas, por lo menos. En primer lugar, los estudios no han tenido en cuenta, hasta ahora, el papel que juega la posición social del sujeto en sus preferencias respecto del nivel de redistribución deseable. En segundo lugar, los estudios sobre la participación y actitudes políticas aún utilizan los niveles objetivos de desigualdad. En este contexto, nuestro artículo formula dos argumentos: la relación entre las percepciones de desigualdad y las preferencias respecto de la redistribución se funda, no en los niveles objetivos sino en la posición subjetiva de los encuestados; y la participación y las actitudes políticas están más relacionadas con las percepciones subjetivas de la desigualdad que con los niveles objetivos de desigualdad.

Fatke, Matthias, Inequality and Political Behavior: Objective Levels Versus Subjective Perceptions

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