viernes, 9 de julio de 2021

“¿Por qué has escrito un libro sobre Napoleón?” Cómo hacer buenas preguntas en una entrevista según Tyler Cowen

Tyler Cowen tiene una colección de entrevistas (Conversations with Tyler) que son, además de muy entretenidas, un material extraordinariamente útil para cualquier “aprendívoro”. Tyler Cowen hace muy buenas preguntas. De hecho, una muletilla que se escucha con frecuencia en sus entrevistas por parte del entrevistado es “Good question”. Y no es sólo por cortesía que los entrevistados dicen eso. Es que les permite ganar tiempo para pensar una respuesta que esté a la altura de la pregunta.

En este post en Marginal Revolution da algunos consejos para mejorar tu condición de entrevistador. Les evito el desengaño. Tyler Cowen hace buenas preguntas, básicamente, por dos razones. Porque es un tipo muy inteligente y cultivado (sabe mucho de todo) y porque elige él a quién quiere entrevistar. Como el entrevistado es alguien que ha hecho alguna aportación en algún ámbito del que Cowen sabe algo, es fácil para él extraer de su cerebro preguntas que obliguen al entrevistado a “esforzarse” y dar una buena respuesta (lo que Cowen llama preguntas “específicas”). Por tanto, un periodista que quiera hacer buenas preguntas sólo tiene como alternativa la de prepararse la entrevista con mucha mayor dedicación y esfuerzo del que necesita desplegar Tyler Cowen. Además, Cowen permite al entrevistado explayarse, de modo que el contenido de las respuestas no son tanto opiniones como “explicaciones” de cuestiones filosóficas, económicas, científicas o sociales en las que el entrevistado es un gran experto. O sea, que Cowen no se plantea las entrevistas como una ocasión para lucirse y demostrar qué brillante es él. Pero para poder discutir con el entrevistado, necesita permitir previamente al entrevistado proporcionar a los oyentes los datos de hecho sobre la cuestión. De otro modo, no se puede seguir la discusión.  Especialmente deliciosa es la conversación recientemente mantenida con David Deutsch.

Estos son los consejos:

1. Las preguntas muy específicas son mejores en promedio.

2. A menudo es mejor comenzar una pregunta con una confesión de algún tipo, o con información propia. Eso establece un estándar para el encuestado. Ponga el listón muy alto.

Este es muy buen consejo. Impide que si el entrevistado tiene altura intelectual, se largue una respuesta genérica o le cuente a uno los “basics”.

3. Demuestre de forma creíble que está escuchando de verdad y que le interesa la respuesta.

(¿recuerdan Momo?)

4. Ante cualquier posible pregunta, pregúntese de antemano: ¿puede la persona a la que se le hace la pregunta responder con demasiada facilidad de forma vaga y poco útil? "¿Por qué has escrito un libro sobre Napoleón? Bueno, déjeme decirle que la historia francesa siempre me ha fascinado", etc. Si ese es el tipo de bazofia que puedes recibir como respuesta, intenta hacer la pregunta más puntillosa o más específica.

5. Las personas de alto estatus obtienen mejores respuestas que las de bajo estatus. Así que sé de alto nivel. O, al menos, hazte pasar por una persona de alto nivel.

6. He disfrutado con The Book of Questions de Gregory Stock.

7. Podrías decir "escucha a otros entrevistadores". Bueno, puede ser, pero quizás no demasiado. Te animarán, por defecto, a hacer las mismas preguntas que hace todo el mundo. Y demasiadas de las fuentes de las que dispones son personas megafamosas que se valen de su fama para potenciar lo significativo de sus preguntas. (Cualquier cosa que Oprah pudiera preguntarme sería interesante de por sí.) Así que utiliza este consejo estándar con moderación y precaución.

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