miércoles, 15 de enero de 2025

La conjura contra España (CV): Natalia Junquera: los buenos y los malos

europeana en unsplash


Escribe Natalia Junquera en EL PAÍS sobre las reacciones en la red a la entrevista que hicieron en La Revuelta a una joven que padece siete enfermedades raras. Las enfermedades raras son, eso, poco frecuentes pero como son muchas (7000),  aunque individualmente las padezca poca gente, en conjunto, mucha gente padece alguna. Como son raras, son más costosas de investigar y, como son raras, el sector privado tiene menos incentivos para descubrir tratamientos. El coste del tratamiento es quince veces el del tratamiento de las enfermedades de alta prevalenciaEste tema tiene éxito de audiencia porque, si hay tres millones de personas que padecen una enfermedad rara en España, es seguro que prácticamente todos nosotros conocemos a alguien que padece alguna. De manera que los que padecen enfermedades raras no forman parte de un 'colectivo invisible'. Eso es demagogia típica de los periodistas-literatos (Junquera va por su segunda novela). Los que padecen alguna de las 7000 enfermedades raras no forman un 'colectivo', sencillamente porque la causa de cada una de ellas es distinta y de muchas de ellas se desconoce. Y mucho menos 'invisible' ¿De verdad cree Junquera que la ELA es 'invisible' en la sociedad española?


O sea que Broncano, que es muy listo, did well by doing good. El 'cuento' de Junquera es que la entrevista en La Revuelta desencadenó en X un "milagro" porque la gente empezó a hablar de la entrevista mostrándose cariñosa y solidaria con la enferma entrevistada. Yo no sé qué ve de extraño Junquera en que una entrevista a un enfermo genere esas reacciones. Los humanos tenemos una 'teoría de la mente' muy desarrollada y somos empáticos incluso hasta el vómito. (Mi abuela decía con razón, cuando saltábamos porque España había metido un gol, que parecía que lo habíamos metido nosotros). La evolución nos ha hecho así porque, de otro modo, no habríamos sobrevivido. Con esto quiero decir que la empatía es algo que 'nos sale' espontáneamente. Las expresiones de empatía y "comunión" (son los dos términos que usa Junquera) no tienen mérito alguno y a menudo no son más que 'postureo moral' en cuanto que son 'señales' muy 'baratas' de producir (¿qué coste tiene silbar?). Por cierto, los conservadores son más empáticos que los progresistas y la gente vota a la extrema derecha porque creen que sus paisanos no son suficientemente empáticos con ellos.


Pero es peor para Junquera: lo que provoca la polarización es, precisamente, la 'inflamación' de la empatía y comunión con los de nuestra tribu. Lo que deberíamos fomentar es la emoción de la compasión. No la empatía (Paul Bloom). Cuando la comunión y empatía con los propios se 'inflama', la forma más señera de expresarla es proyectando odio sobre la tribu de enfrente. La polarización es, pues, el resultado de la inflamación de la comunión y empatía hacia los del propio grupo ¿Por qué hay polarización entre los hinchas del Madrid y los del Barcelona? Porque los hinchas del Madrid son muy empáticos y están en profunda comunión con los otros hinchas del Madrid. 


Si Junquera hubiera pretendido ensalzar los gestos de conciliación y apaciguamiento por parte de una de las tribus hacia la tribu contraria aprovechando un asunto - las enfermedades raras - en el que todos deberíamos estar de acuerdo y no debería haber división entre las tribus españolas al respecto, no debería haber escrito que "todavía siguen ocurriendo en X, la red social tantas veces utilizada para generar odio, escenas de comunión y empatía". O sí, pero entonces también debería haber dicho que la entrevista de La Revuelta muestra que "todavía siguen ocurriendo en Radio Televisión Española, la cadena pública tantas veces utilizada para generar división entre los españoles, escenas de comunión y empatía"


Si Junquera tuviera buenas intenciones se habría centrado en el contenido de la entrevista (podría decirnos cosas que no sepamos sobre las enfermedades raras; sobre los recursos que se destinan a ellas; sobre los avances en su tratamiento; sobre cómo la tecnología puede ayudar, especialmente la inteligencia artificial en la que Musk tiene un papel protagonista, por cierto). En su lugar, utiliza la crónica de la entrevista para atacar a los de la tribu de enfrente y avanzar los tenets de la propia, justo de lo que acusa a los demás. Algunos ejemplos.

  • Acusa a Elon Musk de mentir "constantemente" sin venir a cuento. Natalia Junquera no ha acusado a Sánchez de 'mentir constantemente' nunca, a pesar de que lo tiene más cerca y hay centenares de pruebas de que Sánchez es un mentiroso compulsivo (no lo hace aposta, es que su inteligencia no le da para decir la verdad). La última mentira que se le ha descubierto es que dijo en televisión que el gobierno había solicitado (el 5 de noviembre) las ayudas de emergencia de la UE para Valencia y a 14 de enero todavía no se había presentado la solicitud en Bruselas. Pero a Junquera le preocupan más las mentiras de Musk que las del presidente de su gobierno. 
  • A la entrevista a la enferma opone Junquera "los exabruptos de Nacho Cano". Para Junquera, Cano no merece empatía alguna aunque para los de la 'secta' de Nacho Cano es indudable que es una víctima de un acoso policial orquestado por los de la secta de Junquera. En todo caso ¿a cuento de qué saca a Nacho Cano?
  • Broncano "tiene a tiro a la celebridad que le apetezca" pero decidió entrevistar a la enferma (los nuestros siempre realizan actos heroicos). Es curioso esto porque la bronca más famosa con El Hormiguero ha sido a cuento de un entrevistado que se negó a ir a La Revuelta, pero en fin, Junquera debería conocer la falacia del falso dilema. El espacio para entrevistas de La Revuelta no es precisamente escaso. Tiene 160 horas disponibles ¿qué mérito tiene que dedique 50 minutos a una enferma con 7 enfermedades raras? Aquí tienen una lista de los invitados de La Revuelta so far. No es muy edificante si lo valoramos desde la perspectiva del servicio público de televisión.
  • Afirmar campanudamente objetivos o deseos indiscutidos ¿Qué valor tiene decir que hay que invertir más en investigar las enfermedades raras? ¿hay alguien en desacuerdo? Lo que parece cínico es que eso se diga en una televisión que cuesta 1000 millones al año y en un programa pagado con impuestos que cuesta 14 millones. ¿Qué nos dice esa asignación de los recursos sobre la sinceridad de la 'empatía' y 'comunión' de las que nos habla Natalia Junquera respecto de los enfermos con enfermedades raras? 
  • Mezclar la investigación de estas enfermedades con 'más fondos para la sanidad pública' ¿qué tiene que ver? Claramente, se quiere reforzar la unidad de la tribu y derogar a los que, estando de acuerdo con invertir mucho más en investigación y tratamiento, no están de acuerdo con que la prestación por funcionarios de la asistencia sanitaria sea una adecuada asignación de los recursos. Es decir: si no estás a favor de la sanidad pública eres un desalmado que estás en contra de ayudar a los que padecen enfermedades raras.
  • Creer que los periodistas son apóstoles de la religión de la empatía ("El servicio más productivo que provee la profesión siempre ha sido ese: ayudar a ponerse en el lugar de otro"). Mire Junquera: no. Yo no necesito que gente con grados Mickey Mouse me ayude a ponerme en el lugar de los demás. Para eso cuido de mi familia y mis amigos y, si acaso, me pago un consejero espiritual como hace Illa o un psiquiatra (no me fío de los psicólogos, porque han cursado un grado Mickey Mouse).
  • Los nuestros tienen las mejores intenciones. Y con sus buenas intenciones, es bastante. No como los de la tribu de enfrente. Junquera comenta el slogan de la sudadera de la entrevistada "sin ciencia no hay futuro" diciendo que "la ministra de sanidad... se dio por aludida" (la ministra puso un tweet en el que decía, cómo no, que está comprometida con mejorar "la atención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades raras" (¿hay algo más barato que un 'silbido'?) pero para Junquera es suficiente. El silbido de la ministra es "una prueba más de que las sociedades mejor informadas progresan, porque exigen, y las desinformadas involucionan. 
Junquera no nos explica si lo que dice la ministra en su silbido es verdad. Vean los gastos en I+D en España (incluido sector público y privado). La ministra miente. El Gobierno gasta cada vez más en pensiones y en pagar los intereses de la deuda y cada vez menos en todo lo demás. Aunque siguen subiendo los impuestos. Las administraciones públicas españolas demuestran una (pandemia, DANA) y otra vez (educación, investigación, vivienda, promoción del crecimiento económico) que son incapaces de gestionar eficazmente nada que tenga una mínima complejidad. Pero los de la tribu de Junquera, sea porque viven del presupuesto público o sea porque son mujeres jóvenes y solteras, creen lo contrario. ¡Qué le vamos a hacer! Pero Junquera no debería condenar como inmorales a los que creen que nos iría mejor a todos si la sociedad civil y el mercado tuvieran un protagonismo mayor en la búsqueda de soluciones a los problemas sociales. 

Junquera termina con un venenoso 'Al menos hoy, Noah 1- Elon 0" o sea, Noah es la bondad y Elon es la maldad; y la bondad, gracias a Broncano, quién lo iba a decir, ha ganado el partido de hoy.

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