martes, 3 de septiembre de 2024

¿Qué pasa con las agresiones de pareja (medidas por visitas a urgencias por parte de las mujeres suecas) cuando los ingresos de la mujer aumentan en relación con los del marido?

Foto: JJBOSE 

El aumento de la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres se citan frecuentemente como una de las formas más efectivas de combatir la violencia de pareja. Sin embargo, las predicciones teóricas divergen. Los modelos de poder de negociación en los hogares predicen que una mejor posición económica relativa de una esposa mejora las opciones de la mujer (que puede abandonar la relación) y, en consecuencia, reduce la violencia... En contraste, los modelos de reacción masculina predicen que una mejor posición económica relativa de una esposa aumenta la violencia, ya que viola las normas tradicionales de género y redefine la relación de poder entre los cónyuges, lo que podría desencadenar una respuesta violenta del marido.  

La relación bruta entre los ingresos económicos relativos y las visitas al hospital por agresión tiene forma de U, de modo que las visitas al hospital por agresión disminuyen con el aumento de los ingresos relativos de las mujeres siempre que las mujeres ganen menos que sus maridos, pero aumentan con el aumento de los ingresos relativos de las mujeres respecto de los de sus maridos cuando las mujeres ganan más que sus maridos. 

Controlando las diferencias individuales invariantes en el tiempo, muestro que un aumento en los ingresos relativos se asocia con un aumento en las visitas al hospital de las mujeres por agresión, pero solo para parejas donde la mujer gana más que su esposo. El aumento de los ingresos relativos potenciales aumenta la probabilidad de que la mujer acabe en el hospital por lesiones causadas por agresión, independientemente de qué cónyuge gane más que el otro. El análisis de heterogeneidad revela que estos efectos son mayores para las mujeres con bajo poder de negociación de referencia, como las mujeres con bajos ingresos, las mujeres de ascendencia no nórdica y las mujeres que tienen poca formación... las mujeres recién casadas... más jóvenes y menos formadas que su marido. 

Sin embargo... la mujer gana más de su esposo en los casos relevantes, no porque ganen mucho, sino más bien, porque sus maridos ganan poco o están en paro lo que significa que, aunque la mujer gane más, su poder de negociación absoluto puede ser bajo... el aumento de los ingresos relativos de la mujer carece de impacto sobre los casos de agresión más graves

Y añade la autora que el aumento de las visitas al hospital puede deberse, no a un aumento de las agresiones, sino a un aumento de la solicitud de atención médica ya que lo que ha aumentado es el volumen de visitas al hospital por parte de mujeres con escaso poder de negociación y por lesiones leves o "relativamente menos graves" lo que indicaría que las mujeres solicitan con más facilidad ayuda ahora que antes. 

Mejorar la posición económica relativa de las mujeres puede reducir la tasa de violencia que sufren y aumentar la solicitud de asistencia.

Además, las mujeres que visitan el hospital se divorcian con más probabilidad. La conclusión es sorprendente:

A simple vista, los principales resultados parecen estar en línea con las predicciones de la teoría de la reacción masculina, ya que muestran que una mejora económica relativa en la posición de la esposa aumenta el riesgo de que acuda a un hospital por agresión, el análisis posterior revela mecanismos más acordes con la predicciones de la hipótesis del poder de negociación.

Eso quiere decir que nuestras madres no se equivocaban cuando decían a sus hijas que tenían que disponer de un medio de ganarse la vida independiente de su marido. 

 Sanna Bergvall, Women’s economic empowerment and intimate partner violence, J. Publ. Econ. 2024

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